Cara de pan cuenta la historia de dos seres marginados, autoexcluidos de una sociedad que no comparten y de la que se sienten independientes.
Un mundo tan denso como dramático caracteriza a las historias que Sara Mesa (Madrid, 1976) entrega a sus lectores para contarnos el relato de una vida, la de sus protagonistas que se mueven en las zonas de sombra de una realidad donde se aprecia el valor de la intimidad, y aún más queda insinuado el territorio de lo misterioso.
Cara de pan cuenta la historia de dos seres marginados, autoexcluidos de una sociedad que no comparten y de la que se sienten independientes.Un mundo tan denso como dramático caracteriza a las historias que Sara Mesa (Madrid, 1976) entrega a sus lectores para contarnos el relato de una vida, la de sus protagonistas que se mueven en las zonas de sombra de una realidad donde se aprecia el valor de la intimidad, y aún más queda insinuado el territorio de lo misterioso.
La narradora madrileña ha dado sobradas muestras de su buen quehacer narrativo y ha publicado las novelas, El trepanador de cerebros (2010), Un incendio invisible (2011), Cuatro por cuatro (2013) y Cicatriz (2015), que propone un moderno y excelente relato de aprendizaje, la historia de dos jóvenes que establecen una particular correspondencia basada en un simple intercambio, un texto tan valiente como morboso. Ha editado también las colecciones de cuentos, La sobriedad del galápago (2008), No es fácil ser verde (2009) y Mala letra (2016), un alegato al miedo infantil, los secretos, el sentido de la culpa y, por añadidura, una considerable valoración de la muerte.
(Infolibre)