Mis viajes – Francisco Campos https://fcocamposrojo.com Escritor Sun, 29 Jul 2018 23:09:11 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.8.1 Viaje a Lisboa https://fcocamposrojo.com/viaje-a-lisboa/ Sun, 29 Jul 2018 23:08:45 +0000 http://fcocamposrojo.com/?p=698 Resultado de imagen de lisboaLa semana pasada realicé un viaje de una semana a Lisboa. No era la primera vez, pero ésta, la he disfrutado más que las otras dos anteriores.

He paseado por las bulliciosas calles del centro, visitado las viejas librerías del Barrio Alto, montado en tranvía para subir al castillo y al barrio de la Alfama. He entrado a la catedral, al monasterios de los Jerónimos y fotografiado el monumento a los conquistadores.

He comido en los magníficos restaurantes de Os Restauradores,  visto bailar salsa en el bareto de un parque y escuchado Fado, ese lamento maravilloso tan característico del folklore Luso, en un bareto alejado del turismo.

Turismo, demasiado turismo que encarece los precios y lo llenan todo, como la mañana en que fui a visitar el Palacio Da Pena y que me fue imposible acceder porque había que esperar en la cola alrededor de dos horas de pie, después de pagar la entrada. Así que renuncié, bajé al pueblo de Sintra y me encantó pasear por sus calles y rincones. Resultado de imagen de lisboa

Sin duda Lisboa tiene algo, un encanto especial que atrae como un imán. Es vieja, pero a la vez moderna. Es vibrante y al mismo tiempo sosegada. Su gente es amable, cariñosa y sobretodo servicial. Como anécdota contaré que una noche me perdí a la salida del metro y cuatro jóvenes, tres chicas y un chico, me acompañaron al hotel que se encontraba a bastante distancia.

Imagen relacionadaEn fin un bonito viaje para abrir bien los ojos y los oídos que recomiendo, pero que no sea ni julio ni en agosto porque en esas fechas se oye más español que en la Gran Vía.

 

]]>
Boda en Guatemala https://fcocamposrojo.com/boda-en-guatemala/ Wed, 03 Jan 2018 18:52:40 +0000 http://fcocamposrojo.com/?p=453 Boda en Guatemala    

Por inesperado, el viaje a la desconocida Guatemala fue toda una aventura y tal vez uno de los más interesantes de mi vida.

Aterrizamos al atardecer, nos trasladamos al hotel ubicado en la urbanización donde reside la familia de la novia, cerrada de forma férrea y vigilada por policía privada, porque, según el novio, miembro de la familia, la ciudad es muy peligrosa.

Con todo, esa noche, salimos en grupo a cenar, y lo hicimos en un delicioso restaurante de un moderno centro comercial.

Como la boda sería unos días más adelante, para aprovechar el tiempo y hacer algo de turismo, nos trasladamos a Flores, un bello pueblo situado en una isla del precioso lago Petén, donde tapeamos, al son de alegres músicas, por los tenderetes de su orilla. A la mañana siguiente nos esperaban, Manola, nuestra guía y su chofer, quienes nos llevaron a las maravillosas y sorprendentes ruinas mayas de Tikal. Íbamos expectantes, con sentimientos de explorar el pasado, de viajar a un medio alternativo. Antes de adentrarnos en el yacimiento, tomamos habitación en un hotel ubicado en mitad de la selva. Luego, tras soltar las maletas, la guía nos sorprendió diciéndonos que debíamos emprender la aventura de atravesar la jungla. Era real, escuchando sus estremecedores sonidos, viendo los monos saltar por encima de nuestras cabezas, avistando pájaros y animales desconocidos; temiendo que alguna serpiente se nos enredara en las piernas, Manola nos condujo por el sendero más largo hasta culminar el recorrido. Fue un poco aventurado, pero mereció la pena porque fue como un castillo de fuegos artificiales: mientras más nos adentrábamos, las construcciones pétreas del complejo eran más espectaculares. Por fin, tras cinco horas de caminar entre estrechos senderos sorteando la espesa vegetación, ilesos pero exhaustos, la simpática y amena guía, nos mostró la impresionante “Gran Plaza” Un conjunto de pirámides de origen Maya, algunas mejor conservadas que otras, que la rodean. Como no, subimos a una de las más altas, admiramos la belleza de la disposición de las edificaciones y nos preguntamos cómo era posible que hubiesen levantado todo aquello, sin ninguna utilidad aparente. Todo un misterio.

Esa noche dormimos mejor que nunca, estábamos destrozados. Con todo, algunos del grupo se levantaron a las cuatro de la madrugada para atravesar con luz de linternas la selva otra vez. ¿Su fin? Contemplar desde lo más alto de una de aquellas pirámides la salida del sol. Cosa que no lograron a causa de la neblina mañanera.

De Tikal, Manola y el chofer nos condujeron al yacimiento de Yaxhá, otro enclave de construcciones formidables.

Nada más llegar, subimos a una canoa, atravesamos un lago, que según nos contó Manola, criadero de cocodrilos, hasta arribar a una isla. Allí caminamos, de nuevo por la selva, vimos otras ruinas mayas, extrañas tumbas, pero la sorpresa que Manola nos tenía guardada fue lo más impresionante de todo: los estremecedores rugidos de los monos aulladores, era el principal motivo por el cual íbamos allí. Eran tan inquietantes, tan impresionante, que creímos que de un momento a otro aparecería una manada de dinosaurios o una jauría de perros salvajes dispuestos a devorarnos. Manola no nos había advertido de aquello, así que se rio de nosotros al ver nuestro desencajados rostros.

Luego, pasado el susto, una vez de vuelta en el centro de interpretación, comimos de picnic, tomamos café volcánico y, a continuación, nos metimos de nuevo en la jungla para ver otras edificaciones diseminadas por la espesura del bosque. Es decir, con lo que la amena, amable y divertida Manola, quiso encandilarnos seguidamente. Tras otro largo recorrido, donde avistamos animales salvajes, llegamos frente a otra altísima pirámide, la admiramos, nos hicimos fotos, la rodeamos, pero inesperadamente, Manola nos dijo que teníamos que subir a lo más alto. Con ojos de asombro, medimos la altura, la miramos a ella, ella se encogió de hombros, con la ceja izquierda nos conminó a trepar, y no tuvimos más remedio que hacerle caso. Así que trepando por un graderío pétreo de altísimos peldaños y por andamiaje temblón de madera y hierro, respirando agitados, culminamos la construcción. No nos arrepentimos, fue algo extraordinario. Mirando por encima de las copas de los árboles, escuchando los estremecedores rumores de la selva, viendo monos saltar de rama en rama, junto a otros muchos turistas provenientes de diversos países, contemplamos el más hermoso atardecer. Duplicándose sobre las aguas de la laguna de los cocodrilos, nos extasiamos con un ocaso, matizado en plata, naranja y oro, mientras la tarde languidecía, una luna roja se alzaba a nuestras espaldas y, al tiempo que el astro rey se ocultaba entre la oscura y espesa arboleda del horizonte. Fue impresionante. Luego regresamos de noche, alumbrándonos con frontales luminosos.

Aquella noche, en un viaje para olvidar, volvimos a Guatemala en autobús. Allí, sin detenernos, nos trasladamos en taxi a Panajachel, una ciudad ubicada a orillas del lago Atitlán, rodeado de pequeños pueblos y de un turbador paisaje de volcanes extinguidos. Nuestro hotelito se ubicaba en el centro, junto a la calle más comercial, así que esa tarde, tras una buena siesta, compramos algunos regalos. A la mañana siguiente, y según lo planeado, alquilamos un barco a motor para visitar el famoso mercadillo de Santiago la Laguna, la capital del entorno, situado al otro lado del lago. Allí compramos fruta exótica, sabrosa y desconocida. Luego nos trasladamos a San Pedro otro pequeño poblado indígena donde visitamos un cocedero de café, su iglesia y un museo artesanal que nos encantó. En los siguientes días, visitamos, también en barco, otras distintas poblaciones diseminadas a largo y ancho del lago: San Juan, San Lucas, San Antonio, San Pablo, San Marcos, donde se ven muchos hippies,  y donde hicimos un recorrido en Tuc, Tuc, y algún que otro, que ya no recuerdo.

Panajachel es muy turística y cosmopolita. Posee una interesante reserva natural, muchísimos tenderetes y vendedores ambulantes que a veces asedian, restaurantes con patios preciosos repletos de plantas extrañas y encantadoras terrazas con vistas al lago.

La boda fue muy bonita, se celebró en una hacienda colonial, que me recordaba a la que aparecía en la película “La casa de los espíritus” de la novela del mismo nombre de Isabel Allende, con un ambiente muy elegante de invitados heterogéneos. Bailamos toda la noche, venimos un poco y a la mañana siguiente nos levantamos muy tarde. Por la tarde, sin embargo, nos animamos: visitamos el zoo, donde vimos animales muy, muy raros, y luego el museo Maya y post colombino.

Una vez celebrado el principal motivo por el cual viajamos, solo nos quedaba hacer un poco más de turismo, así que concertamos un taxi y nos llevó al famosísimo mercado de Chichicastenango; entramado enorme de tenderetes multicolores, donde se vende de todo lo imaginable y lo inimaginable, y donde disfrutamos comprando o regateando algunos regalos para los familiares que se quedaron en España. De allí nos trasladamos a la Antigua, es decir a la antigua capital de Guatemala, donde pasaríamos los días que nos restaban. ¡La Antigua! Vaya un suspiro por ella. La Antigua Guatemala es la ciudad abandonada que resurge por su propia belleza. Digo abandonada, porque hasta el siglo XVIII, debido a inundaciones y terremotos, fue la capital del país.

Sus multicolores casas, sus mansiones solariegas, sus bellos patios, sus antiguos edificios ruinosos, que pese a sus estados se adivina que debieron ser espléndidos, y a la perfección de su trazado, son de una belleza que sorprende a todo viajero.

Comimos al son de marimbas en restaurantes bellísimos, recorrimos sus callejas empedradas, admiramos la fachada de la iglesia de la Merced, entramos al culto en la de San Francisco, vimos la catedral, el antiguo ayuntamiento, el Palacio de los Capitanes, el arco, el precioso hotel Monasterio, ubicado sobre las ruinas de un antiguo convento, y su pintoresco mercado para nada con vendedores agobiantes. Todo, todo era de tal atracción, que a cada uno de nosotros nos cautivó. Sin embargo, lo más espectacular fue lo que divisábamos desde la terraza de nuestro hotelito que a todos nos dejó bastante mudos en la oscuridad de la noche: las impresionantes deflagraciones de un volcán en erupción. Era estremecedor contemplar las violentas llamaradas y como la lava se deslizaba por los declives de la montaña, por donde se cultiva los cafetales.

En fin, fue un viaje que nunca olvidaré. Los precios fueron muy asequibles, la comida y los desayunos copiosos, exuberantes. Los zumos de frutas desconocidas, buenísimas. La gente amable, simpática, educada. Guatemala nos enamoró.

¡Yo volveré!

]]>
El País Vasco https://fcocamposrojo.com/el-pais-vasco/ Fri, 29 Dec 2017 18:15:25 +0000 http://fcocamposrojo.com/?p=437 El País Vasco

Estuve en Bilbao, la capital de Vizcaya, hace muchos años, en una época que estaba ennegrecida. Ahora, sin embargo, al volver después de ese tiempo, ha cambiado tanto que me ha encantado. Su gente son amabilísima, sus rincones, pueblos, bosques, ermitas, así como la basílica de Nuestra Señora de Begoña, el Guggenheim y el pequeño vaticano de Loyola, me han fascinado.Tuvimos tiempo para disfrutar del ambiente nocturno y de tapear por las siete calles de la parte vieja, de pasear por sus plazas, sus bosques y de visitar los pueblos de la costa: Bermeo, Mundaka, Plentzia, Algorta… y como no Guernica, donde admiramos su Casa de Juntas, el viejo y el nuevo árbol, su vidriera y su mercado.

De Vitoria me sedujeron muchas cosas, entre ellas: las callejas de su viejo barrio, sus plazas, iglesias y catedrales, el comercio, el museo Fournier y el centro cultural Montehermoso.

La gran desconocida, sobre todo para mí, era San Sebastián. Allí pateamos sus modernas calles y su barrio viejo. Visitamos los jardines del palacio de Miramar, el monte Igueldo, desde donde contemplamos la preciosa Bahía de la Concha, que luego recorrimos hasta el impresionante Peine del Viento de Eduardo Chillida. Nos encantaron las tascas de la Parte Vieja, por donde tapeamos a base de pinchos, el ambiente, la iglesia de Santa María, el Teatro Victoria, el hotel María Cristina, el Ayuntamiento y… Se nos quedó en el tintero algunas cosas, como la catedral que estaba cerrada, y otras que están encerradas también en mi memoria. Pero San Sebastián, nos impresionó sobremanera.

De San (o Donosti) nos trasladamos a Hondarribia, un precioso pueblo de la costa, junto a la desembocadura del Río Bidasoa, que hace de línea fronteriza con Francia. Su atractivo principal es el casco viejo, la catedral que es muy bonita y el Barrio de la Marina, situado en la playa donde existen multitud de restaurantes. A la vuelta, incluso nos detuvimos en Zarauz un rato, para ver la estatua de Arguiñano situada a las puertas de su restaurante ubicado muy cerca de la playa.

    

Nueve días de viaje inolvidable. Os lo recomiendo.

]]>
CUBA https://fcocamposrojo.com/cuba-2/ Fri, 15 Dec 2017 19:03:18 +0000 http://fcocamposrojo.com/?p=391 Sin lugar a dudas, Cuba es un micro-mundo donde se respira la música y el ambiente amable. Pasear por el centro, por la calle Obispo y la Habana Vieja, cenar en la Bodeguita del Medio o en el Asturianito, donde sirven la mejor piña colada y una excelente ropa vieja, o tomarte un daiquiri en el Floridita, «La cuna del daiquirí», sentado junto a la estatua de bronce de Hemingway mientras bailas o escuchas salsa o merengues, es toda una experiencia que todo el mundo debería disfrutar.

Cuba no es solo el ambiente nocturno, la música o el Malecón, sino también sus playas de arena fina, sus paisajes, el peculiar acento de amable gente, los hermosos flamboyanes, sus ruinosos edificios, pese a la escasez, también la comida y los multicolores almendrones (Vehículos de los años cincuenta, que los americanos abandonaron tras tomar el poder Fidel Castro) que circulan por todas partes.

Una cosa que nos llamó la atención fue la doble moneda que coexisten: el Peso Cubano que usan los nativos y el CUC (Peso Cubano Convertible) destinado al turismo, con una equivalencia de unas veinticinco veces mayor. Es decir que lo que le cuesta al cubano un peso, al turista veinticinco.

Cuba es para disfrutarla, para oírla, para tratar con los cubanos.

Durante los nueve días que duró nuestro viaje, visitamos la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña y divisamos desde allí sus preciosas vistas, nos tomamos unas cervezas, desde la rubia hasta la negra, en la cervecera del puerto, nos adentramos por diversas callejuelas, pasamos por varias plazas y nos detuvimos en la emblemática Plaza de José Martí. Entramos en el mítico hotel Nacional de Cuba, donde han pernoctado los más afamados artistas y directores de cine, y donde al fondo de sus jardines existe un pequeño museo de la época de la crisis de los misiles. Nos impresionó el Capitolio cubano, el casi desaparecido barrio chino o los antiguos, ruinosos y señoriales edificios, fruto una época… anterior. Desde la Habana nos trasladamos durante varios días a variopintos lugares: a la colorista Trinidad, a deliciosa Cienfuegos, a la Escuela Internacional de Cine y Tv de San Antonio de los Baños, donde me compré un motón de libros, y al precioso “Nicho”, que aunque suene raro, es un manantial de bonitas cascadas que para llegar allí tuvimos que atravesar en barca un enorme lago.

Nos perdimos muchas cosas, pero el tiempo se nos acabó y… en fin, fue un hermoso viaje que recomiendo, que volveré a hacer en cuanto pueda.

]]>
Las lagunas de Ruidera y Ciudad Real https://fcocamposrojo.com/las-lagunas-de-ruidera-y-ciudad-real/ Wed, 29 Nov 2017 19:37:19 +0000 http://fcocamposrojo.com/?p=198 Bañarse en sus cálidas aguas o sentir sobre tu cuerpo el reguero de una de sus cascadas, es una auténtica delicia. La excursión la hicimos seis personas, visitamos además: Almagro con su corral de comedias, su maravillosa plaza y sus iglesias. Valdepeñas otra estupenda plaza para merendar, tapear o visitar sus bodegas de buen vino. Ciudad Real, pequeña pero con preciosos edificios modernos y clásicos, y una catedral muy bonita.

Los humedales de las Tablas de Daimiel, con su diversidad de plantas y ánades. El nacimiento del río Mundo se encuentra en el Parque natural de los Calares del Río Mundo y de la Sima. Su catarata se precipita por un farallón de más de 300 m de altura y es estremecedor al inicio de lo que se viene a llamar “El reventón”. Un viaje a recomendar si se realiza durante finales de junio y primeros de julio. Son siete lagunas de un celeste cielo y de una belleza extraordinaria. Alrededor existen multitud de restaurantes y hostales donde puede comer y alojar, siempre y cuando se reserve con anterioridad porque los fines de semanas todo está atestado.

]]>
Crucero por el Adriático https://fcocamposrojo.com/crucero-por-el-adriatico/ Wed, 29 Nov 2017 19:26:49 +0000 http://fcocamposrojo.com/?p=192    

Siempre había sido enemigo de los cruceros, pero me enredaron y no tuve más remedio que ir. Íbamos siete parejas, temíamos que todo acabara mal, pero no. Fue maravilloso, pronto repetiré.

Nuestro periplo se inició en Venecia, a bordo de un buque que hacía honor a su nombre: “Fantasía”. El camarote era de lujo, con un pequeñito balconcito al mar, desde donde podíamos contemplar el mar y las ciudades cercanas de la costa. El primer desembarco lo hicimos en Bari, tras un buen desayuno en el buffet libre. Desde allí fuimos a un pueblecito curioso llamado Alberobello y regresamos alrededor de las cinco de la tarde. Al día siguiente nos llevaron a Grecia, donde visitamos sus más bellas y principales islas, sus ruinas históricas, Atenas y otras ciudades que no recuerdo sus nombres.

En Croacia, visitamos la soñadora y medieval Dubrovnik, una ciudad bellísima que nos dejó encantado.

Las veladas en el barco fueron maravillosas, cenábamos en el mejor restaurante, veíamos espectáculos distintos cada noche, bailamos y nos tomábamos unos magníficos cócteles en el delicioso pub Manhattan, mientras charlábamos de lo acontecido durante el día.

El viaje fue caluroso, pero el regreso estuvo lleno de nostalgia por esos nueves días extraordinarios. Lo recomiendo fervientemente.

 

]]>
Crucero por el Volga – Rusia https://fcocamposrojo.com/crucero-por-el-volga-rusia/ Wed, 29 Nov 2017 19:01:14 +0000 http://fcocamposrojo.com/?p=168  

Aterrizamos de noche en San Petesburgo y nos llevaron al puerto donde estaba atracado el barco. El camarote que nos asignaron no era lo que agencia del Corte Inglés nos había dicho, pero por no estropear el viaje decidimos pasar página. Luego, hasta resultó bonito.

Visitamos la ciudad, el museo “El Ermitage, jardines, palacios, iglesias y catedrales y nos rendimos ante tanta belleza.

Como era verano, durante la travesía, bailamos en la cubierta del barco, contemplamos como no acababa de anochecer del todo, comimos muy bien, nos trataron de maravilla y hasta disfrutamos de sus espectáculos. Fue curioso salvar importantes desniveles a través de esclusas, las bonitas ciudades intermedias que nos enseñaron, aunque solo recuerde el nombre: “Yaroslavl” donde quisimos comprar caviar y no fue posible porque el precio era astronómico.

Moscú, nos sobrepasó sus enormes avenidas, la plaza Roja, el Kremlin, las estaciones maravillosas del famoso metro, las catedrales ortodoxas, los palacetes del pueblo, los símbolos comunistas, aún en los edificios más emblemáticos. En fin, disfrutamos mucho, un viaje magnifico del que recuerdo tantas cosas que es innecesario reseñar… hay que ir.

   

]]>