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Juega conmigo – relato sin final definido ¿Te atreves a terminarlo?

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Un vuelo movidito

Original de Francisco Capos Rojo

Capítulo 1º.

Resultado de imagen de mirando a traves de la ventanilla del avión-¡Clin, clan!

-A partir de este instante pueden usar sus dispositivos informáticos. ¡Muchas gracias por elegirnos! ¡La compañía AirDream´s espera que disfruten de su viaje!

-¡Clin, clan!

Roberto, un alto ejecutivo, regresaba a su ciudad de origen. La reunión había resultado tensa, pero de no ser por aquella joven directora, abierta a propuestas innovadoras y de comercio justo, la venta habría fracasado.

Un rayo de sol se coló por la ventanilla, cerró los párpados de forma instintiva y, luego, tras abrirlos, advirtió un luminoso cielo azul. A su izquierda viajaba una chica rubia que apoyaba su cabeza en el respaldo, recordó que le dijo hola antes de tomar asiento. Y él le respondió del mismo modo. Era muy guapa, pero parecía indiferente al mundo o a iniciar cualquier tipo de conversación. Se había colocado unos auriculares, pulsado un par de techas en su móvil y seguramente escucharía música. El sillón cercano al pasillo aparecía vacío. Al otro lado, un chico joven de aspecto rastafari ocupaba la primera plaza. Lo seguía una pareja mayor de aspecto extranjero que, pese a su edad, iban cogidos de la mano, tal vez tratando de tranquilizarse el uno al otro o simplemente porque se amaban. A él le pareció una muestra de ternura… pero enseguida pensó que tal vez lo habrían hecho por el miedo al despegue que había sido algo brusco. ¡Bah! En todo caso es hermoso contemplarlos, pensó.

Roberto disfrutaba de aquel momento extraordinario, deseaba gritar su éxito al pasaje y, entre los nervios que no lo dejaban descansar y esa ansiedad por mostrar aquel contrato logrado, le parecía que su corazón estallaría en cualquier momento. Las azafatas recorrían el pasillo de delante a atrás, de atrás hacia delante, atendían sonrientes a los pasajeros, les aconsejaban que permaneciesen con el cinturón de seguridad abrochados y vigilaban que los asientos estuviesen en posición vertical.

Mientras bajaba la cortinilla, Roberto notó que el avión viraba a la derecha, entonces pensó que por fin este tomaba la ruta noroeste hacia su destino final.

¿Su destino final? No lo sabía bien…

Continuará: